El capítulo "El milagro" de La telaraña de Charlotte comienza: "Al día siguiente había niebla. Todo en la granja estaba mojado. La hierba parecía una alfombra mágica. El huerto de espárragos se asemejaba a un bosque plateado. ”
La panda gigante Jia Xin también tiene una "alfombra mágica", que es de color verde profundo y oscuro, y el rocío de la mañana es tan brillante y transparente como diamantes que la adornan. La tierra regala la fragancia más primitiva del suelo a dicha alfombra.
En medio de un profundo silencio, Jia Xin se sienta en esta "alfombra verde", comiendo bambú, descansando, quieta y satisfecha.